martes, 1 de septiembre de 2009

La deforestación en la Amazonía en julio fue la mayor en trece años

Cerca de 836 kilómetros cuadrados de selva fueron deforestados en julio en la Amazonía brasileña, un área superior en un 158,8% a la del mismo mes del año pasado y la mayor degradada en los últimos trece meses, informó hoy el Gobierno.


La destrucción provocada por la agricultura, la ganadería y la tala ilegal de bosques no era tan grande desde junio de 2008, cuando ese ecosistema tropical perdió 870,8 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, según los datos divulgados hoy por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).

El área selvática destruida en ese mes no sólo fue más del doble de la del mismo mes del año pasado (323 kilómetros cuadrados), sino que también superó en 44,5% la derrumbada en junio de este año (578,5 kilómetros cuadrados), que ya había sido la mayor de este año.
Pese al fuerte aumento de la deforestación en julio, el área arrasada en la Amazonía brasileña en los siete primeros meses del año se ubicó en 1.958 kilómetros cuadrados, una extensión inferior en un 60,24% a la destruida en el mismo período del año pasado (4.924,8 kilómetros cuadrados).
Los datos de los últimos doce meses también reflejan un fuerte descenso en la destrucción de la Amazonía, pese a lo ocurrido en julio.
Según el INPE, entre agosto de 2008 y julio de 2009 se perdieron 4.375 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, casi la mitad de los 8.147 de los doce meses anteriores.
El área destruida en julio fue medida por el INPE mediante el Sistema de Detección de Desforestación en Tiempo Real (Deter), que utiliza imágenes de satélite y ofrece informaciones sobre la devastación del considerado pulmón vegetal del mundo con apenas un mes de diferencia.
Las mediciones del Deter, sin embargo, están limitadas por las nubes, que en julio cubrían el 23% de la Amazonía. Pese a que julio fue el mes con menos nubosidad de este año, esa nubosidad puede ocultar una deforestación aún mayor.
Según el INPE, gran parte de la devastación de la selva en el séptimo mes del año se concentró en áreas en jurisdicción de los municipios de Novo Progreso y Sao Félix do Xingú, ambos en el estado de Pará y en los que el Ministerio de Medio Ambiente ha emprendido acciones contra la tala ilegal de madera.
Los dos municipios tienen frontera entre las áreas selváticas y grandes extensiones ahora dedicadas a la ganadería.

Antes de la divulgación del fuerte aumento de la desforestación en julio, el Gobierno había atribuido la reducción en la destrucción de la Amazonía a las medidas adoptadas por el Ministerio de Medio Ambiente para aumentar la fiscalización y combatir la tala ilegal.
Brasil adoptó varias medidas para combatir la devastación provocada por colonos y agricultores y por la tala ilegal de bosques a partir de enero de 2008, cuando se constató que la destrucción de la selva venía creciendo.

Tales operaciones incluyeron la movilización de unos 1.000 policías y fiscales ambientales, el cierre de madereras clandestinas y restricciones en el crédito a hacendados que no demostraran su compromiso con la preservación.

fuente: EFE

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